NoticiasTransparencia Electoral

Transparencia Electoral participó en la III Edición de las Jornadas Académicas de Políticas Públicas de la UNCUYO

El pasado viernes 2 de julio Transparencia Electoral participó del panel “Transparencia Electoral: Elecciones 2020-2021 en América latina” en las III Jornadas Académicas de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Cuyo. En esta oportunidad contamos con la participación de Leandro Querido, Director Ejecutivo de Transparencia Electoral; Gloria Alcócer Olmos, Directora de la Revista Voz y Voto; y José Villalobos, Director del Instituto Peruano de Derecho Electoral. 

Para comenzar, Leandro Querido, aseguró que hoy contamos con una herramienta como la observación electoral que permite hacer un seguimiento más puntilloso al funcionamiento de las democracias en nuestra región. “La observación electoral es un instrumento que ha permitido en los últimos 30 años en América latina consolidar la democracia y fortalecer todo lo que tiene que ver con la institucionalidad democrática” agregó. 

Otro gran desafío al que han debido hacer frente las instituciones electorales está vinculado con la realización de elecciones en medio de las circunstancias acontecidas por el Covid-19. Asumiendo que “las elecciones deben hacerse de igual modo, no pueden suspenderse indefinidamente”. A las implicancias de la pandemia debe sumarle un “clima de polarización reciente en todas las elecciones de la región y esto tensa mucho el sistema político, daña en algunos puntos todo lo que tiene que ver con integridad y competitividad electoral”.

Por último señaló que la pandemia generó una especie de “túnel” por el cual deberían pasar todos los países que debieran celebrar elecciones en este contexto. Sugiere que esta situación nos permite distinguir tres tipos de países de acuerdo a si se aprovechó para fortalecer aún más la democracia a partir de la pandemia o bien se han logrado arraigar regímenes con rasgos autoritarios. “Algunos salieron fortalecidos en términos democráticos con elecciones limpias, transparentes y con productos legítimos; otros en el medio con dificultades;  por último, los países con una tendencia marcadamente autoritaria aprovecharon la pandemia para hacer giros aún más autoritarios” concluyó.  

Gloria Alcócer Olmos se refirió a los últimos comicios celebrados el 6 de junio en México, donde se definieron al menos veintiún mil cargos electivos federales y locales. Entre los rasgos a destacar, menciona que finalmente se logró una elección incluyente ya que se exigió a los partidos políticos la inclusión de medidas afirmativas para incluir en el Congreso Federal a diferentes minorías como la comunidad LGBT. A partir de esa decisión “se logró que los partidos de las 15 gubernaturas tuvieran que proponer en 7 estados a mujeres, lo que ha hecho que haya 6 mujeres que ganaron las gubernaturas”. 

Así mismo, cuenta que se logró una mayor participación de la ciudadanía. “Es un récord de participación, que además fue en medio de la pandemia” agregó. Subraya en este caso, que los protocolos de bioseguridad adoptados fueron escasos en relación a la magnitud que este proceso electoral ameritaba. 

Por otra parte, también refirió que este puede ser calificado como el proceso más violento de la historia de México. La violencia se vio reflejada ante la mayor participación de mujeres en este proceso, constituyendo una creciente en las agresiones de género, principalmente en el ámbito de las redes sociales; y también en un sentido general explica que se han contado más de 80 asesinatos de candidatos.  

En esta línea mencionó “el ataque sistemático y constante del presidente y del gobierno federal contra las autoridades electorales”. Consecuentemente explica que por parte del Instituto Nacional Electoral también existió una postura del contraataque, siendo quizás lo más óptimo que “las autoridades electorales sean más discretas y enfocarse en su trabajo”.  Por último resaltó que existe una idea fuerte desde el Poder Ejecutivo para realizar una reforma electoral que puede poner en juego la existencia del sistema electoral que se ha construido hasta el día de hoy. “No hay que tirar instituciones, hay que modificarlas si es necesario” concluyó. 

El 6 de junio en Perú se llevó adelante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En su exposición José Manuel Villalobos explica porque al día de hoy se ha judicializado la elección y no se ha podido designar a un nuevo presidente electo, teniendo en cuenta que los dos candidatos que pasaron al balotaje presentaban una baja cantidad de votos. 

Uno de los puntos fundamentales para entender este proceso tiene su raíz en el conteo de los votos, ya que luego del recuento y la elaboración de actas, “todas las papeletas de votación se eliminan, es por eso que en el Perú el perdedor no puede pedir un recuento de votos” esto implica que solo se cuente con la información que proporcionan las actas elaboradas por las autoridades. Posteriormente estas actas fueron cargadas en el centro de cómputos por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y aunque se debió observar al menos 1500 actas por el Jurado Electoral Especial por distintas irregularidades, Villalobos indica que al día de hoy “se han contado todos los votos, sabemos ya quién ha ganado al menos en los votos”. 

Estos resultados arrojan una victoria de Pedro Castillo, sin embargo, “Keiko Fujimori solicitó la nulidad de un promedio de 900 mesas, que representan unos 300 mil votos”. Entre los motivos que movilizan esta solicitud encontramos la falsificación de firmas de autoridades, la designación de familiares y menores de edad como autoridades de mesa. Por lo que hasta que no sean observadas y resueltas todas estas mesas, no se puede consagrar un nuevo presidente.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba