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Presentación del «Índice de Observación electoral para América Latina»

Transparencia Electoral presentó en un webinar celebrado el jueves 18 de agosto el Índice de Observación Electoral para América Latina, una metodología que permite evaluar el estado de la observación electoral en cada país de la región. 

En esta oportunidad contamos con la participación de Diana Atamaint – Presidenta del CNE Ecuador; Gerardo de Icaza – Director del Departamento de Cooperación y Observación Electoral de la OEA; Doris Mendez –  Presidenta del CNE de Colombia; Jesús Castellanos –  Consultor independiente experto en materia electoral; Leandro Querido – Director Ejecutivo de Transparencia Electoral; y la moderación de Jesús Delgado – Director de Desarrollo Institucional de Transparencia Electoral. 

Para dar inicio a este panel, Leandro Querido dedicó unas palabras introductorias recordando que “la observación electoral es una herramienta fundamental para la promoción y consolidación democrática, cumple una tarea muy consistente cuando se hace presente en los procesos electorales de la región”. También mencionó que “esta investigación le permite a la ciudadanía en general y a quienes se ocupan de los temas de gobernanza electoral, evaluar la calidad de un proceso electoral”. 

Por ello “el índice pretende englobar esta realidad visible que hay en la región, en donde hay países con autoridades electorales y actores políticos muy comprometidos con la promoción democrática y otros países que por el contrario están mostrando algún tipo de problema al momento de encauzar sus sistema político en un sistema democratico” agregó. 

Sobre los resultados que esperan obtener de este trabajo, afirmó que el Índice se irá actualizando año a año y “nos va a permitir establecer alertas tempranas ante situaciones puntuales que van a tener que ver con países que tenían cierto compromiso con la integridad electoral y que ese compromiso se haya distendido”. 

Por su parte, Gerardo de Icaza, sobre el trabajo de la OEA en los procesos electorales de la región resaltó que «hemos ido desarrollando metodologías, algunas de las más nuevas tienen que ver con la justicia electoral, que ha tomado un rol preponderante en los últimos años porque se han vuelto más conflictivos los procesos electorales». 

Agregó que para garantizar la seguridad del proceso electoral, «los objetivos de la tecnología deben ser hacer más eficiente el proceso electoral, con más transparencia y seguridad». 

Diana Atamaint apuntó sobre los resultados de la observación electoral en las últimas elecciones y dijo que «las recomendaciones de las misiones de observación electoral son las bases para el funcionamiento y para fortalecer la institucionalidad de los organismos electorales». 

También mencionó que desde el Consejo Nacional Electoral de Ecuador existe una apertura y compromiso para continuar trabajando en el perfeccionamiento en materia electoral. Aseguró que están “convencidos de que el apoyo y el trabajo de investigación son fundamentales para implementar cambios». 

En su intervención, Doris Mendez se refirió al trabajo y el aporte que realizan desde el CNE de Colombia y mencionó que «desde el Consejo Electoral Nacional hemos previsto que la acreditación de los observadores sea paritaria y pluralista». 

Por último, tomó la palabra Jesús Catellanos, quien se refirió a algunos de los puntos principales que aborda este índice. En primer lugar aclaró que «el índice evalúa la situación de la observación electoral en América latina, no el estado de la democracia o los procesos electorales en la región». 

Aseguró que en para alcanzar este objetivo se adoptaron diferentes variables como «la calidad democrática de la administración electoral, la modalidad de observación electoral y las barreras significativas a la observación» agregó. Finalmente, adentrándose en los resultados abordados refirió que «entre los principales hallazgos tenemos que el 58% de los países analizados exhibe algún tipo de barreras significativas a la observación electoral». 

Puedes encontrar el video completo aquí

Principales hallazgos del estudio

El valor promedio que arroja el Índice Situación actual de la observación electoral en América Latina es de 18,84, lo que indica que la observación electoral en la región tiene déficits. Esto no resulta sorpresivo pues solo seis (6) de los países, el 32% de los casos, posee una condición deseable conforme a la metodología utilizada.

Una de las explicaciones de esta situación es el relativamente bajo impacto, técnico y político, de la observación electoral en Latinoamérica, cuyo valor promedio es de 2,10, ubicándolo, de acuerdo al índice, en un nivel medio bajo. Esto responde a que poco más del 30%, no cuenta con la figura de la observación electoral y que, en parte del grupo restante, la observación electoral no representa una influencia positiva significativa en su sistema político (confiabilidad y/o legitimidad del proceso) o las recomendaciones resultantes no se han convertido en reformas electorales.

También preocupa que más de la mitad de los países de la región, 58%, tienen al menos algún tipo de barreras significativas (11 países) a la observación electoral, entendiéndose que existen serias restricciones a dichas figuras o a su alcance, pudiendo llegar incluso al impedimento expreso o criminalización.

Pese a ello, no todas son malas noticias. Más de 2/3 (68 %) de los países de la región tienen algún tipo de observación electoral (internacional y/o nacional) y adicionalmente, el 16% que no lo poseen, contemplan otros tipos de monitoreos técnicos en elecciones o consultas, ya sean de ciudadanos, de cooperación institucional o, de organismos especializados, lo cual constituye una oportunidad para la institucionalización de la observación electoral. Adicionalmente la observación electoral no se detuvo a pesar del COVID 19, demostrando, además de su importancia y compromiso, su capacidad técnica de adaptación.

La observación electoral  y la integridad de las elecciones son variables distintas que deben ser evaluadas con instrumentales específicos. La intención de este índice, se reitera, es evaluar la situación actual de la observación electoral en América Latina, (consagración, desarrollo e impacto). Análisis posteriores pueden facilitar el estudio conjunto de ambas variables y las posibilidades a futuro de mejoras de la observación electoral en la región.

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