Elecciones presidenciales Costa Rica 2022 – Situación pre electoral

 Elecciones presidenciales Costa Rica 2022 – Situación pre electoral

Elecciones Costa Rica del 3 de abril de 2022

El domingo 3 de abril de 2022 se desarrollarán los comicios donde se elegirá al sucesor de Carlos Alvarado Quesada en la presidencia de Costa Rica.

El 6 de febrero, las elecciones generales contaron con un nivel bajo de participación del electorado (aproximadamente el 60%), y el resultado llevó a la segunda vuelta a Rodrigo Chávez por el Partido Progreso Social Democrático (PPSD) quien obtuvo el 16,7% de los votos y a José María Figueres del Partido Liberación Nacional (PLN) que fue votado por el 26,26% de quienes concurrieron a las urnas.

Este resultado dejó fuera de la competencia a una de las candidatas más fuertes, Lineth Saborío del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) que con el 12,36% no alcanzó el mínimo necesario para llegar a la segunda vuelta.

A su vez, el resultado elimina la posibilidad de que una mujer gobierne el país, el único antecedente de una mandataria mujer es Laura Chinchilla Miranda. La politóloga y política fue presidenta de la República de Costa Rica entre el 8 de mayo de 2010 y el 8 de mayo de 2014.

En este informe pre electoral del Observatorio de Mujeres y Política de Transparencia Electoral analizamos cómo se perfilan las candidaturas, cuáles son las plataformas de los dos favoritos y qué características tuvo la participación de las candidatas mujeres en la primera vuelta.

Elecciones generales

Las elecciones generales del 6 de febrero contaron con la particularidad de ser las que mayor cantidad de opciones presidenciales tuvieron en la historia de Costa Rica, un claro síntoma de la incertidumbre y volatilidad en el electorado.

Las fórmulas en contienda fueron 25, entre los que habían perfiles provenientes de ámbitos variados, desde ex mandatarios, predicadores evangélicos, periodistas, entre otros/as.

Ya que ningún candidato obtuvo más del 40% de los sufragios, el resultado determinó que quienes se enfrenten este domingo 3 de abril sean, como mencionamos anteriormente, José María Figueres (ex presidente de la República) y Rodrigo Chaves (ex Ministro de Hacienda)

Mujeres candidatas

De las 25 candidaturas presentadas el 6 de febrero, solo cuatro de ellas fueron encabezadas por mujeres como candidatas a la presidencia:

  • Por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío, ex Directora del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y ex Vicepresidenta de la República, fue en este caso la primera mujer en presentarse como candidata a la presidencia en la historia de su partido.
  • Por el Partido Acción Ciudadana, la legisladora Carolina Hidalgo.
  • Por el Partido Unidos Podemos, Natalia Díaz, ex Diputada, elegida por unanimidad como candidata por el partido del cual es fundadora.
  • Por el Partido Popular, Vivian Quesada, reconocida abogada costarricense.

De las candidatas, la favorita era Lineth Saborío (PUSC), con un discurso enfocado en la igualdad de género y la unión.

Situación pre electoral para la segunda vuelta

Tras la apatía demostrada en febrero con el 40% de abstención, las opciones se redujeron al ex mandatario Figueres que promueve un discurso de continuidad y el economista Chávez que ha sido considerado conflictivo por la prensa.

José María Figueres, que se presenta como un candidato con experiencia, es un ingeniero industrial formado en la Academia Militar de West Point (Estados Unidos). Además, es hijo de otro expresidente, José Figueres, quien abolió el ejército y marcó la política costarricense del siglo XX. El candidato del partido de centroderecha, Partido Liberación Nacional, fue señalado por hechos de corrupción.

Rodrigo Chaves, es un economista que cumplió funciones en el Banco Mundial y estuvo fuera del país por aproximadamente tres décadas, volviendo para incorporarse al gobierno actual como Ministro de Hacienda.

Los derechos de las mujeres y las plataformas de los candidatos

En el año 2020, la Asamblea de Costa Rica tipificó como delito al acoso callejero (es decir, palabras, gestos o silbidos realizados con connotación sexual son castigados con multas o con cárcel).

Este dato es relevante ya que uno de los candidatos de esta elección fue sancionado por acoso en el transcurso de su paso por el Banco Mundial. Rodrigo Chaves fue denunciado por al menos nueve mujeres de hacer “insinuaciones sexuales” y “llevar un patrón de comportamiento inapropiado” dentro del organismo, en 2019 fue sancionado y esto llevó a la culminación de sus funciones.

Su caso fue uno de los más significativos del movimiento #MeToo en la región de América latina. Chaves fue referido como un “conocido acosador” en el ambiente del Banco Mundial, ya que el patrón de comportamiento hostigador tenía antecedentes de al menos cuatro años, entre 2008 y 2013[1] y que las principales víctimas eran empleadas junior. Luego de que se conocieran las denuncias y la sanción recibida, el actual candidato minimizó la gravedad de los hechos en reiteradas ocasiones, refiriéndose a ellos como “bromas” o “chistes”.

El problema que esta situación presenta es que, sumado a las denuncias y sanciones, el candidato es un referente de un discurso machista y misógino. Se considera que su discurso descalifica a las mujeres y empodera al sector más conservador de la sociedad costarricense. Por ejemplo, la plataforma Feminindex[2] ha publicado un análisis de las opiniones de los candidatos, entre las que resaltan las polémicas frases de Chaves a la que agregan “Bajo la lógica de Rodrigo Chaves si la violencia sexual no está en un artículo del Código Penal, esta no existe Bajo la lógica de Rodrigo Chaves si la violencia sexual no está en un artículo del Código Penal, esta no existe”, el candidato pone en duda el carácter delictivo y penalizado del mismo de la violencia de género.

*Publicado por FeminIndex

Diferentes sectores defensores de los derechos humanos y, específicamente, los derechos de las mujeres han considerado que la candidatura de Chaves es ofensiva y significa un retroceso para los derechos de las mujeres. Además, hace explicito el hecho de que la violencia de género no es un tema central del debate político costarricense.

Otras expresiones realizadas por Chaves que muestran un retroceso en la discusión por la ampliación de derechos, son la de “revisar” la flexibilización de las restricciones a la fecundación in vitro y al aborto cuando está en peligro la salud de la mujer. Por otra parte, el candidato se ha mostrado firme en avanzar en una destitución del Consejo Superior de Educación del país por su adhesión a la “ideología de género” y se negó a firmar una carta de compromiso en defensa de los derechos de las mujeres promovida por el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), alegando que ahí se incentiva el aborto y el género fluido.

Chaves se muestra confrontativo en lo relacionado a derechos de las mujeres y los colectivos LGBTIQ+, la crisis climática y violaciones contra los Derechos Humanos. Se instaló como una suerte de “candidato outsider”, polémico y populista. Sus posturas amenazan con dinamitar los pocos pero no despreciables avances en la ampliación de derechos de las mujeres costarricenses en los últimos años.

Por otra parte, José María Figueres también motivó reacciones negativas de colectivos feministas y de personas LGBTIQ+ tras declaraciones en contra de la “ideología de género”, mostrando una clara pretensión de ganar el voto del sector cristiano conservador al igual que Chaves. Figueres adoptó la línea de que esta supuesta “ideología” que, según él, proviene del extranjero ha colonizado la educación y debe corregirse.

Seguido a esto, hubo una serie de declaraciones contradictorias entre el candidato y su compañera de formula, Laura Arguedas, quien se presenta como defensora de los Derechos Humanos y las personas LGBTIQ+. La candidata a la vicepresidencia ensayó un intento por demostrar diversidad de opiniones y negar la posibilidad de retroceder en materia de derechos. Por otra parte, como mencionamos anteriormente, Figueres fue el foco de escándalos de corrupción en el pasado.

Si analizamos en detalle, nos encontramos que cuando el electorado evalúa las candidaturas se deja en un segundo plano las denuncias de acoso sexual que pesan sobre Chaves y pesan más las de corrupción sobre Figueres. Dejando como posible favorito a Chaves y dejando en evidencia el machismo que predomina en el país.

Todo esto es aún más preocupante si tenemos en cuenta la gravedad de los indicadores de violencia de género en Costa Rica. En el año 2020 se contabilizaron 28 feminicidios y 341.382 medidas de protección, según los datos que expone el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial.

Conclusión: Desinterés y decepción  

Como quedó demostrado tras la baja participación en las elecciones generales de febrero, los electores costarricenses expresan un disminuido interés en participar del proceso electoral.

Sumado a esto, los escándalos en los que los protagonistas son los candidatos para el domingo 3 de abril. Por un lado, Chaves, quien en su discurso plantea amenazas a la institucionalidad democrática, una actitud polémica, populista y machista que fogonea sectores conservadores y de derecha. Por el otro, Figueres, con sus antecedentes de corrupción y también posiciones conservadoras.

Según las encuestas, el favorito para ganar la presidencia es Chaves, lo cual significaría un desafío inmenso para las mujeres, los colectivos LGBTIQ+, los grupos activistas por el cambio climático y toda la agenda de ampliación de derechos y reducción de desigualdades.

 

Referencias

[1] “World Bank Mishandled Sexual-Harassment Claims, Internal Tribunal Says”. Disponible en https://www.wsj.com/articles/world-bank-mishandled-sexual-harassment-claims-internal-tribunal-says-11634554802?mod=e2tw

[2] Disponible en https://mobile.twitter.com/FeminIndexCR/status/1488901578765783043