Esta última década ha traído nuevos y complicados desafíos para la democracia liberal, entre los cuales se pueden contar las campañas de desinformación o fake news, la instrumentalización de los datos con el propósito de afectar elecciones y otros procesos democráticos, y el uso de datos demográficos e históricos para diseñar políticas o distritos electorales que excluyen a minorías.
A medida que las nuevas tecnologías hacen más sofisticadas a estas estrategias, la sociedad civil y académica debe asumir el reto de desarrollar propuestas para defender a la democracia de estas amenazas, sacando ventaja de las mismas herramientas. De la misma forma en la que las empresas de redes sociales que controlan una masiva cantidad de datos mejoran progresivamente las condiciones de privacidad de los mismos e implementan medidas para luchar contra las fake news, la sociedad debe dedicar esfuerzos a la creación de nuevas estrategias para contrarrestar el efecto nocivo de la desinformación tiene sobre la democracia.
La tecnología, cuando se implementa responsablemente en procesos electorales democráticos, es una gran aliada al momento de garantizar y salvaguardar el voto de los ciudadanos, por lo que muchas veces las soluciones tecnológicas son objeto de grandes campañas de desinformación. Separar la realidad o deficiencias de un sistema de los mitos que se esparcen en medios tradicionales y redes sociales es otro reto que hay que afrontar para que las elecciones puedan adaptarse a los nuevos tiempos, y mejores estándares de seguridad y accesibilidad puedan implementarse.
De manera que el nuevo Informe de Coyuntura #DemoTech está pensado para difundir información veraz y precisa sobre la actualidad en el área de los datos y las tecnologías utilizadas en procesos electorales con integridad de Latinoamérica, con el propósito de promover el debate informado sobre estos temas y fomentar el desarrollo de nuevas estrategias para enfrentar los retos que suponen los nuevos tiempos para la democracia.