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Transparencia Electoral: Son necesarios marcos normativos que permitan la incorporación de esquemas alternativos de votación

La pandemia del COVID-19 ha visibilizado una variada cantidad de limitaciones en la actividad humana, que han puesto a prueba la capacidad de reacción de los gobiernos y de las organizaciones mundiales, regionales y locales.

Lamentablemente hoy es notoria la falta de protocolos para enfrentar situaciones extraordinarias, y en este sentido, la materia electoral no queda excluida.

Desde que se calificó como pandemia el avance del COVID-19, el pasado 11 de marzo, se han celebrado (y suspendido) varias elecciones en el mundo y específicamente en nuestra región.

De hecho, el domingo 15 de marzo se celebraron las elecciones municipales de Francia, a la que estaban convocados casi 50 millones de ciudadanos. Debido a la grave situación del país, para ese momento con más de cinco mil infectados, más del 55% de los habilitados se abstuvieron de participar. Para tener una referencia, en las municipales de 2014, la abstención fue de 37%. En las últimas horas se confirmó que la segunda vuelta, que estaba prevista para el 22 de marzo, ha quedado suspendida.

Ese día también se celebraron las elecciones municipales de República Dominicana, con más de siete millones de habilitados, y las de las Comisiones de Participación Comunitaria 2020 y Presupuesto Participativo 2020 – 2021 en la Ciudad de México.

Dado que el COVID-19 es altamente contagioso y la Organización Mundial de la Salud, así como otras organizaciones, recomienda evitar las aglomeraciones de personas, celebrar elecciones tradicionales en estas condiciones pudiera resultar riesgoso para la salud pública.

Es por ello que otras elecciones, como por ejemplo las municipales de Inglaterra, pautadas para mayo, o las autonómicas (Galicia y Euskadi) en España, que se celebrarían en abril, se han suspendido.

Este escenario plantea diversos desafíos a la administración electoral, que debe generar las condiciones para que los ciudadanos puedan expresarse mayoritariamente, pero al mismo tiempo se enfrenta con una pandemia que se debe afrontar con cuarentenas y distanciamiento social, lo que dificulta a los ciudadanos ejercer el voto.

Es por ello que desde Transparencia Electoral consideramos que es menester que los legisladores, las autoridades electorales, los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil trabajen de manera oportuna en la elaboración de marcos normativos que permitan la incorporación de esquemas alternativos de votación, que permitan a la ciudadanía expresarse desde la tranquilidad de sus hogares y con la seguridad de que su voto será procesado con exactitud y transparencia.  Hoy en día existen diversas alternativas en cuanto a sistemas de emisión de voto remoto, a través de internet, que cuentan con avanzados mecanismos de autenticación del elector y garantizan el secreto del sufragio.

Estos sistemas han sido sometidos a pruebas, auditorías y simulacros por parte de las fuerzas políticas, las autoridades electorales y la sociedad civil organizada, y han representado un gran avance en materia de accesibilidad.

En Estonia, país que ha ofrecido a sus ciudadanos la opción de votar en línea en las últimas 10 elecciones, el sistema fue diseñado usando avanzadas prácticas de seguridad para fomentar la integridad electoral, y ofrecer un nivel de transparencia que sobrepasa al de las elecciones tradicionales. Desde que se implementó en 2005, la participación ha aumentado alrededor del 5.0% en elecciones nacionales. Más recientemente, en México, el Instituto Nacional Electoral se embarcó en la habilitación de un sistema de voto remoto para que los 12 millones de mexicanos residentes en el exterior puedan votar.

La pandemia del COVID-19 ha puesto a la sociedad a prueba en muchos sentidos. En materia electoral puede ser aprovechada para la innovación e incorporación de tecnologías que faciliten el voto de los  electores que no puedan acudir a los centros de votación, de manera de garantizar los derechos políticos de los ciudadanos.

Desde Transparencia Electoral hemos venido promoviendo, a través de nuestra iniciativa DemoTech, el debate sobre la incorporación de tecnología en todas las fases del proceso electoral. En este sentido, queremos poner a disposición esta plataforma en la que han participado autoridades electorales, legisladores, partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y empresas desarrolladoras de tecnología, para que con la participación de todos los actores involucrados se puedan diseñar e implementar soluciones tecnológicas que permitan enfrentar este tipo de inconvenientes, garantizando al mismo tiempo la auditabilidad, la integridad y la transparencia.

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