Rumbo a las elecciones presidenciales de Venezuela: ¿qué pasó esta semana? (17 al 21 de junio)
Este martes 18 de junio, contradiciendo los anteriores informes que levantaban alarmas en cuanto a la preparación para la vigilancia electoral por parte de la Plataforma Unitaria el día de los comicios, la coalición opositora confirmó que un 92% de las 30.000 mesas habilitadas en todo el país ya está cubierto. Ángelo Palmeri, dirigente del partido Un Nuevo Tiempo, declaró que están construyendo un aparato de defensa del voto “nunca antes visto”, que garantizará la transparencia del resultado electoral del 28 de julio. La publicación se da después de que, hace unos días, se cuestionara si este aparato iba a poder hacerse efectivo en mesas de difícil acceso, con un informe de Efecto Cocuyo reportando que la oposición sólo tenía cubiertas un 40% de las mesas electorales. De todas formas, ya se esperaba que la incorporación de testigos de la militancia de los partidos tradicionales de la alianza aumentara sustancialmente el porcentaje de mesas cubiertas.
Sin embargo, más allá de la cuestión de la defensa del voto, la semana ha visto una escalada en el intercambio de retórica agresiva que hace saltar nuevas alarmas, llegando a preguntarse algunos sobre si el verdadero problema no será el proceso del 28 de julio sino directamente llegar al 28 de julio. La insistencia permanente del CNE para que los candidatos presidenciales firmaran un acuerdo comprometiéndose a reconocer los resultados que publiquen fue objeto de una dura respuesta por parte del candidato de la Plataforma, Edmundo González, que aseguró que “se someterá a la voluntad del pueblo soberano” pero remarcó que el reconocimiento a los resultados ya está dispuesto en el Acuerdo de Barbados, el cual ni el CNE ni el gobierno estarían respetando seriamente.
Las arbitrariedades por parte del CNE siguen siendo rutinariamente reportadas. El mismo día que se confirmaba la cobertura del 92% de las mesas, María Corina Machado denunció en sus redes sociales: “Hay un nuevo registro, lo que se llama tabla-mesa, la asignación de los electores en las respectivas mesas en cada centro de votación, por lo tanto hubo cambios en más de 100 mil miembros de mesa, algunos salieron y hay unos nuevos”. Sin embargo, la oposición ha respondido a estas medidas con el recordatorio de que chequear la información pertinente para que cada elector sepa donde le tocará votar, y confiar en que la vigilancia del proceso garantizará los resultados esperados.
El tema de la observación electoral continúa en la cuerda floja luego del retiro de la invitación a la Unión Europea. El miércoles 19 las Cortes Generales, Parlamento de España, emitió una resolución unánime exigiendo que se permita a la UE hacer observación electoral. La propuesta del opositor Partido Popular recibió el apoyo del PSOE gobernante y de los otros grupos parlamentarios, a pesar de que el gobierno de Pedro Sánchez se considera en general relativamente complaciente (cuando no alineado) para con el régimen de Maduro. Se puede vincular este episodio con los gestos que también tuvieron Lula y Petro de ejercer una “amistosa y velada presión” sobre Maduro a fin de que respete al menos las más elementales garantías de la transparencia electoral, aunque los gobiernos de Colombia y Brasil anunciaron que no enviarán observadores.
Un día después de esta resolución, se confirmó la presencia del Centro Carter, organización cuya observación estaba también en duda. El Centro aceptó una invitación que había sido extendida hace un tiempo por el CNE. Esta organización fundada por el expresidente estadounidense Jimmy Carter ya envió observadores para las elecciones regionales de 2021 y confirmó que la misma no cumplió con los estándares internacionales para considerarse libre, justa y creíble, encontrando evidencia clara de interferencia gubernamental.
Pero por fuera de la administración electoral y las campañas, está el aumento de la violencia estatal. Mientras que desde afuera pareciera que el régimen de Nicolás Maduro se estuviera limitando a responder a la amenaza electoral con arbitrariedades burdas y casi infantiles (como cerrar restaurantes y hoteles donde estuvieron dirigentes opositores), lo cierto es que el hostigamiento represivo se ha profundizado y se vuelve más directa conforme nos acercamos a la jornada electoral. Ya se cuentan en 37 el número de periodistas, militantes y dirigentes de partidos opositores detenidos arbitrariamente por su participación en el proceso. La organización que más ha sufrido el embate es el partido de Machado, Vente Venezuela, con 16 detenidos (muchos de los cuales ocupan cargos de peso en el partido).Tanto Machado como González han hecho uso de sus plataformas de difusión para denunciar estos hechos y reclamar por los detenidos. No hay que olvidar que la campaña electoral formal de poco más de tres semanas comienza el 4 de julio y hay crecientes temores por parte de observadores y dirigentes de que la represión se profundice durante la misma.
Nos vemos en la próxima entrega de Rumbo a las elecciones presidenciales de Venezuela: ¿qué pasó esta semana?