El pasado miércoles 15 de septiembre, la CAOESTE llevó a cabo el Webinar Reforma electoral en México: Justificación y posibles efectos, en el que participaron Arturo Espinosa, Director de Estrategia Electoral y la Magistrada Martha Mercado, del Tribunal Electoral de Ciudad de México, en el que se debatió cuáles serían los posibles efectos en caso de que fuera aprobado el proyecto filtrado de una reforma en materia político-electoral que presentaría el Senador Ricardo Monreal.

Los panelistas conversaron sobre cuáles serían las situaciones o falencias del sistema electoral que justifican la necesidad de una reforma electoral, con qué argumentos se plantea que las Juntas Locales del Instituto Nacional Electoral asuman las funciones de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) y el impacto que pudiera tener en la administración local electoral la creación de un sistema nacional profesional electoral.

En su exposición, Arturo Espinosa hizo un recorrido histórico rememorando las reformas en materia electoral en México y se mostró a favor de que en las sesiones de los órganos colegiados exista el debate entre los diferentes criterios y visiones, porque eso es lo que enriquece y es lo que han tenido en el INE, en el Tribunal Electoral y que fortalecen la discusión pública, la democracia y los DDHH.

Para Arturo, estos cambios anticipados de la autoridad electoral lo único que han mostrado es cómo se la debilita y cómo se vuelven negociaciones cuando, lo que habría que hacer es fortalecer ampliamente los procesos de designación de autoridades electorales, Magistrados/as y Consejeros/as.

Por otro lado, consideró que el sistema electoral mexicano necesita revisar ciertas cuestiones de fondo que van a mejorar la calidad y resaltó las diferencias en la discusión abordada entre la arena política y la arena de las autoridades electorales, cuando estas últimas han estado discutiendo cómo ampliar los derechos políticos electorales, cómo tener una democracia más inclusiva e incluyente y cómo garantizar de mejor manera la pluralidad, la política sigue discutiendo una autoridad que moleste menos, cuando las autoridades, agregó, son figuras que regulan y justamente están ahí para supervisar que se cumplan las cosas.

En cuanto a la perspectiva judicial, Arturo apuntó a la excesiva judicialización que hay en México y la fiscalización electoral; explicó que el último proceso electoral dejó ver la necesidad de fortalecer la fiscalización electoral y en general, muchos otros aspectos de la legislación en las que, desde su perspectiva, tienen una gran simulación, es decir, respecto de lo que la ley prevé y respecto a lo que pasa, ya que hay un abismo de diferencia y no concuerda una cosa con otra,  “creo que esa es una de las cosas en las que una reforma se debería centrar y no tanto en cambiar la autoridad”.

Por su parte, la Magistrada Martha Mercado, remarcó que la retroalimentación es la clave de todo. “La reforma que discuta el Poder Legislativo debe tener una carga importante de retroalimentación por parte de los expertos en materia electoral y evidentemente de los servidores públicos que aplicamos criterios y mantenemos un equilibrio entre fuerzas políticas buscando siempre la legalidad”.

Cree que un sistema electoral tendría que tener como un fin único y primordial, asegurar votaciones y entenderlas como expresiones auténticas, libres y espontáneas de la ciudadanía, y reflexionó acerca de aquellos a quienes no les interesa votar porque no creen.

En cuanto a qué cambios tendrían que introducirse en la legislación actual para avanzar con el punto de establecer como causal de nulidad electoral grave la acreditación de violencia política de género, la Magistrada expresó que existen deudas que también deben ser motivos de la reforma; todavía hay que avanzar mucho en temas de paridad, el tema de acciones afirmativas, hay que optimizarlas de manera muy particular y que si bien es cierto que son temporales, debería tenerse plena conciencia de estas existentes asimetrías para que se revierta la exclusión, porque mientras haya sectores entre la población que siga diciendo yo no soy parte, yo no me siento identificado/a, habrá una deuda muy grande con estos grupos sociales en desventaja.

Aseguró que si se piensa en una reforma, deben ser claras las bases constitucionales y legales, que vengan de criterios que se han venido solventando y que sean necesarios. Se debe dar un gran paso en lo que es la pluralidad de un método electivo atendiendo a la violencia política por razones de género.

Consideró que los OPLE y el INE hicieron un gran trabajo respecto a reglamentar aspectos que no estaban en la ley, había que hacerlo finalmente.

Para Martha, una reforma en un país tiene que tender a una igualdad, tiene que atender a una justicia social y si partimos de que la democracia es la respuesta, necesitamos retroalimentaciones muy claras.  Mientras sigan desatendiendo a un sector poblacional o se siga desatendiendo gente más especializada en el tema técnico de cada materia, en particular en la electoral, agregó, pareciera que estamos quedándonos a deber y sí corremos un gran riesgo de que las reformas políticas no lleven a lo que queremos y sigamos en algunos temas dando para adelante, en algunos estancándonos y en otros yendo para atrás.

Para hacer más ligero y eficaz nuestro sistema electoral, no es necesario realizar cambios radicales en las instituciones que garantizan certeza a nuestra democracia, sino en las reglas propias del juego.