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Resumen / Resumo
Español:
La violencia política de género representa una grave amenaza a la democracia en América Latina. El informe Violência Política de Gênero no Brasil e no Ceará, elaborado por el Instituto Maria da Penha, la Universidad de Fortaleza y ONU Mujeres Brasil, expone las manifestaciones de esta violencia tanto a nivel nacional como subnacional. A través de una metodología cualitativa e interseccional, el estudio describe cómo se ejerce esta forma de violencia, quiénes la sufren y qué respuestas institucionales y sociales se han generado. Aporta recomendaciones prácticas y urgentes para el fortalecimiento de la participación política de las mujeres, evidenciando que sin igualdad real en los espacios de poder, la democracia permanece incompleta.

Português:
A violência política de gênero representa uma grave ameaça à democracia na América Latina. O relatório Violência Política de Gênero no Brasil e no Ceará, elaborado pelo Instituto Maria da Penha, Universidade de Fortaleza e ONU Mulheres Brasil, expõe as manifestações dessa violência tanto em nível nacional quanto subnacional. A partir de uma metodologia qualitativa e interseccional, o estudo descreve como essa forma de violência é exercida, quem são as vítimas e quais respostas institucionais e sociais têm sido adotadas. Aponta recomendações práticas e urgentes para o fortalecimento da participação política das mulheres, evidenciando que, sem igualdade real nos espaços de poder, a democracia permanece incompleta.

1. Introducción: cuando la violencia silencia la democracia
En tiempos en que la representación política avanza hacia la paridad formal, el informe Violência Política de Gênero no Brasil e no Ceará advierte que dicha paridad no se traduce necesariamente en condiciones reales de participación igualitaria. Como señalan las autoras, la violencia política de género “é um fenômeno persistente, que se manifesta por meio de diversas práticas misóginas, racistas, LGBTIfóbicas, capacitistas e elitistas, com vistas à manutenção da exclusão política das mulheres e da manutenção de um status quo patriarcal” (p. 20).

Esta forma de violencia se expresa en múltiples niveles: simbólicos, institucionales, discursivos y físicos, y apunta no solo a dañar a mujeres específicas, sino a desalentar su participación en la vida pública. De ahí que el informe sostenga que se trata de una violencia que “interdita o debate político e impacta a qualidade da democracia” (p. 11).

2. El enfoque interseccional como herramienta de comprensión
Uno de los aciertos metodológicos del informe es su abordaje interseccional. No todas las mujeres enfrentan la violencia política de la misma manera: aquellas que se identifican como negras, indígenas, trans o que viven con discapacidades sufren formas de violencia más frecuentes, graves o invisibilizadas. Así lo indica el estudio al afirmar que “as manifestações de violência política de gênero são atravessadas por múltiplas formas de opressão, sendo necessário reconhecê-las para enfrentá-las de forma eficaz” (p. 25).

Este enfoque se articula con una perspectiva crítica que destaca la responsabilidad de los partidos políticos, los medios de comunicación y las instituciones estatales en la reproducción de la violencia. Asimismo, se destaca el papel de la impunidad, la falta de protocolos institucionales claros y el escaso conocimiento sobre la legislación existente entre las propias víctimas.

3. Ceará como espejo de la realidad nacional
El estudio de caso sobre el estado de Ceará enriquece el análisis y permite ilustrar con mayor detalle las formas concretas que adopta la violencia política de género. A través de entrevistas con mujeres que ejercen cargos electivos y liderazgos sociales, el informe documenta situaciones que van desde el aislamiento y la invisibilización hasta la coacción directa. Una entrevistada relata: “senti que queriam que eu saísse do partido, porque eu não fazia parte da panelinha dos homens” (p. 61).

Además, el informe señala que muchas mujeres desconocen los canales para denunciar o no confían en ellos por experiencias previas de revictimización. De ahí que se subraye la necesidad de fortalecer el conocimiento y la aplicación de la Ley 14.192/2021, que establece normas para prevenir y sancionar la violencia política de género. “A ausência de punição para os agressores constitui um incentivo para a continuidade das práticas violentas” (p. 84), concluye el documento.

4. Hacia una democracia paritaria y sin miedo
El valor propositivo del informe radica en su conjunto de recomendaciones concretas y aplicables a corto y mediano plazo. Entre ellas, se destacan:

  • Promover campañas educativas sobre la violencia política de género y la legislación existente.
  • Capacitar a operadores del sistema judicial y electoral en el abordaje de estos casos.
  • Crear y fortalecer redes de apoyo institucional y social para víctimas.
  • Garantizar condiciones igualitarias de competencia política dentro de los partidos, incluyendo el acceso equitativo a financiamiento y tiempos de campaña.

Como advierten las autoras, “é preciso reconhecer que o enfrentamento à violência política de gênero é uma condição para a construção de uma democracia plena e substantiva” (p. 97). En este sentido, el informe no solo ofrece un diagnóstico certero y actualizado, sino también herramientas fundamentales para transformar el actual escenario de exclusión.

Conclusión: el derecho a estar, hablar y decidir
Violência Política de Gênero no Brasil e no Ceará constituye una contribución imprescindible al debate sobre democracia e inclusión en América Latina. Su mirada crítica, fundamentada y plural interpela tanto a los tomadores de decisión como a la sociedad civil y al ámbito académico. Al colocar la voz de las mujeres en el centro, el informe denuncia una violencia estructural pero también abre caminos para la construcción de una política donde las mujeres no solo estén presentes, sino que lo estén en condiciones de igualdad, respeto y libertad.

La CAOESTE felicita a su asociada Luciana Carneiro de Oliveira por su contribución en este informe.

Equipo de redacción de la CAOESTE